Aunque los servicios individuales se consideran sin estado, las composiciones a menudo tienen requisitos para mantener
la información de estado a través de la invocación de los servicios compuestos. El coreógrafo de estos servicios es a
menudo responsable de la gestión del estado. De forma alternativa, un componente que implemente y ejecute varios
servicios u operaciones relacionados en los servicio puede necesitar mantener el estado entre invocaciones por motivos
de rendimiento.
La gestión de estado en un entorno de arquitectura orientada a servicios puede dividirse en tres categorías
principales:
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Estado de transacción: en el que un servicio tiene una transacción abierta durante una
conversación con un cliente.
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Estado de seguridad: en el que se mantiene abierto un contexto de seguridad durante una
conversación con un cliente.
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Estado funcional: en el que la conversación con un cliente implica un número de operaciones
relacionadas.
Para obtener más información, consulte la Directriz: Gestión de estado para servicios.
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