Después de derivar los indicadores de progreso y calidad del proyecto, el gestor de proyectos los compara respecto al
estado esperado del proyecto tal como se ha definido en el plan de desarrollo de software y en los planes de iteración.
En este punto, el gestor de proyectos evaluará lo siguiente:
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¿Se han llevado a cabo todas las tareas planificadas?
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¿Se han publicado todos los productos de trabajo según lo planificado?
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¿Está dentro del plan el esfuerzo estimado para completar las tareas que están "en curso"?
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¿Las métricas de calidad (p.ej., recuentos de defectos abiertos) están dentro de las tolerancias?
El gestor de proyectos también revisará los indicadores de riesgo identificados para cada riesgo en la lista de riesgos
para decidir si en este momento debe activarse alguna estrategia de mitigación de riesgos.
El gestor de proyectos, al revisar el progreso respecto al plan de iteración, debe tener en cuenta siempre que una
iteración tiene un tiempo límite,
y debe considerar la posibilidad de notificar la funcionalidad que puede omitirse de una iteración, si parece que el
plan original no puede cumplirse, en lugar de notificar un retraso en la planificación de la iteración.
Todos lo problemas que se han notificado se capturan en la lista de problemas del proyecto (que se notificará en la valoración de estado). Los problemas que están dentro de la autoridad
del gestor de proyectos deben resolverse directamente, como parte de la Tarea: Manejar las excepciones y los problemas; a veces puede ser
necesario obtener el perfil de un problema, por ejemplo, emitiendo una solicitud de cambio para realizar su
seguimiento, o bien actualizando la lista de
riesgos, si el problema es importante o tiene un interés más amplio.
Los problemas que surgen y que deben escalarse a la autoridad de revisión de proyectos se incluyen en la valoración de
estado y se envían a la PRA para su resolución. A menudo, esto se realiza durante la tarea Revisión del proyecto con la
PRA.
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