Las actividades de esta actividad requieren una combinación de habilidades, porque aunque
el gestor de proyectos puede delegar en un servicio de recursos humanos para que
proporcione los candidatos para el proyecto, en última instancia la
responsabilidad de la selección será suya.
La habilidad para las entrevistas y experiencia previa en la selección de personal son
características apreciables. El gestor de proyectos debe mostrar capacidad para la planificación, el liderazgo y la
creación de equipos para iniciar la iteración, para asignar adecuadamente el trabajo y
para llevar a la práctica el plan de iteración abstracto con equipos de personas.
Los criterios de evaluación de una iteración deben haberse establecido de una forma
objetiva y clara, para que la valoración de una iteración haga que el gestor de proyectos
deba ser analítico e igualmente objetivo.
El revisor de gestión de estas revisiones debe tener mucha experiencia en el dominio de la
aplicación, y ser capaz de discernir entre lo que es realmente importante y lo que puede
omitirse o tratarse con menos prioridad. Aunque no debe haber dudas sobre lo que ha funcionado y no en la iteración, todos los
requisitos no tienen la misma importancia ni son inmutables. A lo largo de una iteración se va adquiriendo más información y las circunstancias pueden
cambiar. Por ejemplo, al principio de la iteración, uno de los criterios de evaluación puede haber
indicado que el tiempo de respuesta para determinada función sea de 0,25 segundos o
menos.
Digamos que en la práctica, este valor dificulta las cosas y que en el momento de la
revisión de la aceptación de la iteración, el proyecto sólo puede demostrar 0,5 segundos. Es posible conseguir el valor más bajo, pero sólo a costa de demasiados recursos. Sin embargo, el cliente, que ya ha visto la demostración de la función en un contexto
operativo, considera que 0,5 segundos es una cifra perfectamente aceptable.
Dar la iteración por fallida basándose sólo en este valor no sería sensato. Es mejor para el gestor de proyectos y para el revisor de gestión llegar a un acuerdo
sobre este requisito y, en compensación, añadir posibilidades a otro aspecto del
proyecto. El revisor de gestión (y el gestor de proyectos) deben tener experiencia y confianza
para hacer este tipo de concesiones, que no ponen en peligro la visión del proyecto.
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