El atractivo de Internet como canal de distribución de software es obvio. El producto es totalmente accesible en el
entorno de software a través de los navegadores y los sitios web. El reto para el proveedor es garantizar que el
producto esté disponible de una forma fiable en todo momento para un mercado global, aunque variando las condiciones
que podrían asfixiar al hardware del sistema principal y los anchos de banda de comunicación.
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